AUTOCRITICA COMO GRUPO

    La autocrítica es una herramienta fundamental en el proceso de formación académica, ya que permite al estudiante reconocer tanto sus fortalezas como sus áreas de mejora. A lo largo de mi experiencia como estudiante, he aprendido que reflexionar sobre mi desempeño me ayuda a asumir una postura más responsable frente al aprendizaje. En este proceso, la realización constante de ensayos ha sido clave para desarrollar una mayor conciencia sobre cómo aprendo y cómo puedo mejorar.

    El hecho de que la clase se base en la elaboración de ensayos ha reforzado significativamente mi conocimiento, especialmente en temas relacionados con la historia de la arquitectura. Investigar para escribir obliga a profundizar en los contenidos, analizar contextos históricos y comprender conceptos que no siempre se captan completamente en una clase magistral. Este método transforma el aprendizaje en un proceso activo, donde el estudiante construye el conocimiento a partir de la investigación y el análisis.

    Además, al tratarse de una clase en la que muchos de los ensayos se realizan en grupo, se fomenta el intercambio de ideas, opiniones y distintas maneras de pensar. Trabajar en conjunto permite contrastar puntos de vista, reflexionar colectivamente y enriquecer el contenido final del ensayo. Desde una mirada autocrítica, reconozco que este tipo de dinámica me ha ayudado a escuchar otras perspectivas y a fortalecer mi capacidad de argumentación y reflexión.

    En conclusión, la experiencia de escribir ensayos, tanto de manera individual como grupal, ha sido fundamental para mi desarrollo académico. La autocrítica me ha permitido valorar este método de enseñanza como una oportunidad para crecer intelectualmente, mejorar mis habilidades de investigación y ampliar mi forma de pensar. A través de la reflexión y el trabajo colaborativo, he logrado una comprensión más profunda y significativa de los temas estudiados.